Deficiencias Nutricionales en Adultos y Adultos Mayores

11.07.2009 13:19

 

 

DEFICIENCIAS NUTRICIONALES EN LOS ADULTOS Y ADULTOS MAYORES

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Es un hecho indiscutible que el desarrollo y la subsistencia económica de las naciones dependen en alto grado de la salud y del buen estado nutricional de su población económicamente activa, por lo que es motivo de preocupación la evidencia de la presencia de déficit nutricional en adultos y adultos mayores en algunos sectores sociales en nuestro país.

 

Basados en las proyecciones del censo del 2009, la población adulta (mayor de 40 años) de México en el año 2011 será de unos 30,000,000 habitantes aproximadamente (algo más del 30%).  Para el año 2015, el crecimiento vegetativo de nuestra población será del 14% y los porcentajes de adultos y adultos mayores aumentarán  respectivamente, lo que nos indica el envejecimiento de la población.

 

La desnutrición es el estado patológico que resulta del consumo inadecuado de uno o más nutrientes esenciales. Clínicamente se manifiesta por pruebas bioquímicas de laboratorio e indicadores antropométricos, y afecta de forma adversa a la respuesta del individuo ante diferentes procesos de enfermedad y a la terapia establecida. La desnutrición comporta la pérdida de masa grasa corporal asociada a una cierta pérdida de masa magra y constituye uno de los problemas nutricionales más importantes en la vejez. Así mismo la desnutrición esta asociada, entre otras: a) Alteración de la inmunidad; b) Retardo en la cicatrización de heridas o aparición de úlceras por hiperpresión; c) Caídas; d) Deterioro cognitivo; e) Osteopenia; f) Alteración en el metabolismo de los fármacos; g) Sarcopenia; h) Descenso de la máxima capacidad respiratoria.

 

Es importante mencionar que pérdidas superiores al 10% del peso en un período de tiempo entre 4 a 6 meses se asocian con un deterioro importante de las funciones orgánicas, y cuando esas pérdidas son superiores al 40% del peso corporal sobreviene la muerte. Tomando en cuenta lo anterior, parece razonable (desde el punto de vista clínico) realizar una evaluación completa del estado nutricional a todos los individuos, independientemente de su edad, que sufran una enfermedad de evolución crónica, lo que, de realizarse de forma rutinaria, permitiría identificar precozmente aquellos que presentan alguna alteración y, por tanto, poder iniciar un adecuado soporte nutricional como parte complementaria de su tratamiento.

 

En otro orden de ideas, existen en México una serie de grupos poblacionales, que por su especial situación o características muestran un mayor riesgo de desarrollar problemas nutricionales; me refiero a la gran cantidad de personas mayores que viven con ingresos miserables que no les permite adquirir alimentos suficientes, y en especial poblaciones indígenas existentes en varios estados del país, por lo que la vigilancia de salud, nutricional y social de estos grupos parece obligada desde un punto de vista sanitario y de justicia.